Buscábamos romper con los esquemas de las bodas tradicionales, incluso pensamos en ir al juzgado a firmar y listo, pero el flechazo con DBlanc fue inevitable… la boda en la playa que quería la novia, la boda íntima que quería el novio, en un plazo de cuatro meses, en un lugar idílico, una gastronomía que entraba por los ojos, y luego recorría los sentidos…
Miquel y Olga nos transmitieron confianza desde el principio, buen rollo, entusiasmo por el proyecto DBlanc. Nos encantó poder entrar en su despacho, ver el backstage, eso los hace ser más cercanos. Nos hemos reído con ellos, y nos hemos emocionado con ellos.
Si pudiéramos casarnos otra vez, sin duda los haríamos en DBlanc para repetir la experiencia. Lo recomendaremos para que algún conocido nos invite a su boda. :)))
Tanto nosotros como nuestros invitados hemos disfrutado, hemos visto superadas nuestras expectativas, que sinceramente estaban ya por las nubes. Más de un invitado ha experimentado un antes y un después en la forma de concebir una boda. Y todos nos preguntaban dónde os habíamos conocido o encontrado.
Agradecer el trabajo de todo el equipo, siempre atentos fuere quien fuere. A las camareras por su sonrisa permanente, a Xavi atento con la novia, a Ignasi que siempre está ahí, pegado con Blu-Tack al DBlanc, y a sus bridas para poner la cámara en lo alto, al DJ dispuesto a escuchar las peticiones y adaptarse a los invitados, al chef Dani, valor añadido indiscutible de DBlanc. Al pastelero…….mmm….
A los líderes del equipo: Miquel por su saber hacer, empatía, energía, estando atento en todo momento y llevando los detalles al extremo. A Olga por su forma de ser, su sonrisa contínua, sensibilidad y buen gusto detalle a detalle. Cualquiera deja a la novia y a Olga una noche juntas, la lían parda!!
Excelentes profesionales todos. Os auguramos un extraordinario futuro para DBlanc y para todo el equipo.
Gracias por hacer de este día un día mágico, especial, inolvidable, e irrepetible!
Tito & Elena.